21/12/13

32

Te invito a ti, a ti

coge un lápiz
escribe tu nombre
Recítalo

hasta que doblegue
     por inercia
el filo de la lengua sobre la sombra
que re-presenta 

inmadura
mansamente,

desprende los fragmentos y regrésalos como escamas de plata
         —códices anónimos


Que nos trague la calma
como ancianos sin rostro
descubren sin pena la muerte
cloaca decorada de solidificadas ágoras

                — re ci ta

               tu nom bre

Persevera el susurro en la geometría
hasta calcinar los contornos del fantasma
en los días superpuestos


Contén la confidencia
sobre una hoja que cruce la entraña
en el hueco de tus manos


Coge un lápiz
escribe tu nombre
recítalo.
/ nómada

2/11/13

31




Mi casa llama por el vuelo de los pájaros
rama, aflora su entraña
limpia el frío humo fantasmal.

*

Luego arranco una hoja
para caer entre vetas que bajan
hasta un campo talado de sombras.

*

Delirante es el camino a seguir
—el canto que cadencia los latidos de gentes humildes
siempre a su alcance.


     ...el rosario de los pensamientos airea la tierra
      el estiércol engrasa su interior


Mi casa es mortal
las polillas me visten de vaga luz
barren los rincones de mi soledad.


      Aún lo sólido, invisible…


Mi casa es natal
le basta con una cosecha por almohada
para plegar en el puño el grano.


     Aún los rasgos, elevándose…


Mi casa desentraña caminos— lentitud
sin distancia que va desatando este arraigo
sin comitiva

buscando en lo blanco el sólido umbral
otorgar, fuerza a la justicia.


     Aún el miedo nos ocupa…


Mi casa niega el certamen
quiere interiorizar tu rostro
antes de escuchar
antes de pensar

al raso— sin poseerlo.

Hacia la morada delirante del paisaje niño
sentado sobre un esbozo contra la muerte.

Oblicuo color templando la mudez.


     Para sanar el viento…


( este lugar el viento… )

/ equilibrio

21/10/13

30


a Alba Ceres y

Arturo Borra

 

 

Transparencia.

Tragar el párpado y el tic-tac del sol hasta sudar el desierto

predecir ebrio la cavada noche de las alimañas

las más remotas

las que tragan herida y ahogan la sed cuando duermes.


Trashumancia.

Al decir yo impalpable, pronunciar el nombre imperceptible

híbrida la ausencia de una ausencia, senda

Otra la

que desencadene diferentes escalas en tu pensamiento

errante, miras abajo. Añoras la tierra.

 

I

AUNQUE demasiado pequeño intercedo desde abismo

labio menguante o fulgor que versa mi mano en murmullo

al silencio

al viviente

cuando muro y muerte y hablar no se diferenciaban

de la honda meditación para atrapar la salvación.

¿La recuerdas?

Otra tiranía que ser para otra que me piensa

como erosionado caracol entre tus piernas hasta la precoz

gota de rocío; caerá sobre una brizna de hierba

se esparcirá con la enfermedad y el desnudo festín de tus amantes

Oremos; dadnos el pan de cada día

llenemos de harapos y consiéntenos todo, bienvenidos

sean, saliva perdida de cada día…

 

¿Cumplo la imperceptible e intangible edad…

el por qué de tanta ausencia…?

 

Desgarro el paladar en un espinoso regazo de alimañas

las más remotas

cuyo ascenso arrastra el ruego de las muñecas al sol

el arco absorbente de tu sangre y

tensado el cable, danzará la cuerda…

“llueve tan rígido

en los lugares de la blancura”

… ninguna sed, me transforma en blancura, harapo

que arranca derivaciones por suerte nodriza expulsamos

lo ojos para llenar de lodo nuestra ingravidez.

“El viento llora

y apenas sospecha

qué murmura el agua”

Devorado el hilo trófico, los invitados con el futuro a lomos

caminan al unísono preludiando una eternidad

devanada en un ovillo aún no

                                   concluido,

demorado.

 

II

LENTO coral lento coral hábitat tú hábitat tú

en camino confines aurora regresa a los nidos

encarna otros cuerpos nuevos los

mece en sus costados un corazón qué empuñar

la comisura del incendio novicio…

 

Se deflagra el baile de máscaras con la definición

de una astilla, cristal encostrado en el rostro, sillar

armónico que

                        /pausa los alientos meridianos

y el propio lenguaje; gemación que regurgita un hogar.

 

El hogar comparte un desierto de huéspedes

un fuego definitivo que nos transmigra  de un zapato

a la contemplación de un monedero.

 

Frío pálido entre tinieblas, pústulas de paloma y

documentos biográficos para que los recite un mensajero arrítmico.

 

Se propaga esta cálida tempestad y al rojo escombro

a la puesta de sol

desovan como fieles filigranas feligreses digeridos

a la puesta de sol

como un rudimento que anhela profanos hendiendo el alba

para fines nobles

los más circenses

los más cercanos

aquellos que creen en un futuro que emigra.

 

Como vivo pienso dijo el más pensativo de los huéspedes

pero la llama lo consumió igual, aún anfibio

su espina, espasmo

transitivación de un lenguaje combustible al sacrificio

con curiosos rizos al absurdo de su territorio.

 

Llama el hambre Llama el hambre llama hambre llama

la carne anillos de los troncos.

 

El extraño nudo entre hablar y pensar ardió.

 

III

VEAMOS como la sal entibia y serena nuestros pies

el perro de paja, como seca el rabo desde abajo

la peregrina mordida hasta el regazo y su risa salvaje

traga luz y sedimenta y yace con la destreza de lo sagrado,

demasiado perfecta como para alzar el vuelo,

inoculando en los genitales orugas que aprecian el calor

y sobre el tablero la espalda prometida

involuntariamente enclavada. Alas y raíz, contonea

aquellos insectos el rastreo artesano de su morada en

mi corazón descortezado

con la certeza

del alimento.

 

La réplica a la altura del agujero negro del deseo,

con su alfabeto hermético y su estirpe rumiando

mil veces, arraigando al borde de la consumación

de lo exhausto.

Medito sobre el mapa. Borro el orgullo y la ambición

frívola de las fronteras

que una noche pinté en tu seno y en la mordaza de tu geografía

augur o desperdicio mediúmnico. En la superficie, dicho

avance, alzadas las paredes maestras con entusiasmo

y fiebre

con la arena de desiertos y playas lejanas

así

¿Qué meditación nos salvará?

¿Qué blanda sinceridad del espíritu transforma

la trama en fósil?

así el nido, dejó de existir.

 

Es ceniza que los ángeles imaginaron de nosotros

sin porción, pero nosotros calculamos el día

en medio de la asfixia para domesticar el tiempo

en una mejor vida

jibarizada entre el trabajo y una pantalla, pastoral

que busca la felicidad sepultándose entre promesas.

 

El remordimiento confunde sendas

y presencia todas las ejecuciones, rivales

carentes de literalidad concretan el estigma

hasta la más pura insensibilidad.

No tocar tierra. No hacer nido. No nacer.

Así la tierra, también dejó de existir.

 

IV

SER memoria de subsuelo. Convengo con mi maestro

por su temblor y su mudez

para sanar el viento”.

Para hablar conmigo mismo

                                   /escribo aireo

                                   pájaros cantores

Nada toco. Nada necesito. Reposo sobre el hueco,

falta de cerco aquel que el corazón enfría

para no tocar

bidentes creencias.

 

un insecto arrastra el paisaje, es un mu-shin

que me tensa al borde de un anzuelo

como una libélula celeste albergando el misterio

la quietud.

Deshacer la substancia, la esencia; el efecto extirpable

de la promesa con el pulso oscuro de la palabra.

 

El puente es aire. Es ritmo quien lo eleva.

A la lengua (lo) juro esta nada tan sensible

que encierra todo el uni

verso.

Es aire el puente. Es acunar el hambre

quien allana, la orquídea y la orquídea.

 

Un gorrión trae el pincel en su pico y lo deja caer

la inteligencia ha sido secuestrada –dice-

            dependerás de las imágenes” pero para un vagabundo

conocedor de la espuma de sus llagas nada duerme,

nada ata

el aire, sólo el aire

la cosa

y

la palabra

—copulan—

Talismán.

Transparencia )
/ Trashumancia


3/10/13

29



a Pepe Maiques 


 
 

Tengo ganas de acodarme en mi mano e ingerir el miedo

recordar el rostro solitario que dibuja en mi entraña

la otra cara, la que mastica el agujero, la aceptación

sin forma

ingerir fondo; hilar las pupilas a la sombra

deshacerme.

 

i /a ,         i / a,         i / a,        i / a,

 

Tengo sed de mar.

De hundir el pensamiento en el lecho

zozobrar su filo para orar como un borrico.

 

( i/a, i/a, i/a )

/ ya

23/9/13

28




Quise escribir con el alambre del espino en la boca

y en cada nudo tragar el pensamiento

tragarlo y salir indemne el amor

sin duda

para otro dejo el comienzo creíble de la fuga

y no reconocerlo, erupción, sondeo, luz.

 

Quise perforar la alabanza para no disimular el silencio

y llegar a lo intangible esta vez secar

algaradas y belleza pura, razón de ser

figúrate al verdugo.

 

Vil dualidad; melancolía.

 

Pero el hombre vive de las profundidades incapaz de poseer

lo inacabado

asume la insoportable piedad de sí

y sus hijos

cuelgan de las ventanas hasta revelar la sangre

como copias del mismo asco.

 

No es fábula este existir que acepta mi voz y

acata esta vez lo que digo

pues el movimiento es imagen

y mi imaginación el frío de la realidad.

 

No es nómada quien os habla y glosa

el antes y el después

ni los jalones monótonos que triunfan ayer,

hoy, mañana

pastoral que debáis refutar

¿Porqué habría de existir esperanza?

Adoráis las imágenes como aborígenes en celo

y os digo

en mí vive el viento y la estela de un humus

fuera de las palabras, cremación

del pretexto. Estéril sonrojo.

 

Broma pesada que recuerda holocaustos.

 

De nada servirá el tribunal pues es lícito

soñar

la decadencia florecerá al fin

los patíbulos de los ídolos a semejanza

respondiendo al unísono vientre inmundo

no

es

mundo, es efecto estar solos así por cuenta propia

inmunes, es, creemos, causa justa

casta

haber separado al enemigo del vil

tras innumerables nacimientos

creímos acabar con el verdugo.

 

Hacerlo fantasma. Eso pensamos.

20/9/13

27


Decir danzo en tus dedos
apilando ramitas

para armar estancias

astucia invisible que proteja

así la quietud y la siembra que unos antepasados

así la sombra y la escucha que permanece

almohada‚ cobija.

Decir danzo en tus dedos
atravesando el labio inferior del desierto

y bebo y rio con voz débil

quiero decir

hablo con el agua que nace

vagamente mapa

desolar fronteras de soledad con cantos redondos de un parto salinoso

tiras por cantar.


Me retuerzo en tus dedos

¿ Para qué decir ?

¿ Para qué decir el vapor de mi espalda

desata las nubes y algo que podría ser
zarpa
fuga

chasquido ?


Meces los siete días la sábana lanzada acá
aquí red.

Dices danza y me apuro a romper

la fábrica

la sed

                        no   (es posible)   decir

            abarcar/expresar-

Sí. Dices.


                        “… desmesura arrojando al faro porcelana

                        brava la mar devuelve la primera infancia

                        todos extrañamente cómplices sin avergonzar

                        soles sazonados por el rastro del caracol

                        flexible laringe leño lumbre que gira

                        y me avisa tierra obstinada caída

                        desmorona el tiempo con precisión de aguja

                        desencadena en la vasija mueca de agua

                        con sabor a hierro los que miran por encima

                        les sobra el cuerpo lo prometo lo juro

                        les sobra la pala y los picos brazos que no tocan

                        palabra que no siente …


Sí. Dijiste.

                       

(temo )
/En ejecución

.

.